Estando a solo horas del comienzo de la serie mundial 2016 y un posible histórico choque entre varios jóvenes que están poniendo (nuevamente) nuestra bandera en alto siento hablar de un tema de una manera un poco explicita.
Citando a Leró Martinez en una de sus canciones, “por esta patria yo también he de morir, pues con mi mente y garganta cargo al fusil” deseo hablar acerca de mi perspectiva en relación a nuestra patria campeona.
Hablemos brevemente de la palabra patria, este termino se emplea como un determinante de la relación que existe entre una persona y una nación de origen.
Como muchos que leen este escrito, fui criado en la diaspora y quizás mi amor obsesivo por Puerto Rico aun permanece un poco ignorante y con esperanza de tener a mi pueblo unido a pesar de nuestras circunstancias. No obstante vive en mi como sin duda vive en muchos.
Lamentablemente es triste ver como día tras día se ausenta la solidaridad y como buscamos la manera de competir uno contra el otro por el simple hecho de determinar quien es mejor.
Si algo he aprendido en mi corta vida es que no existe nadie mejor que nadie, cada cual trae consigo una destreza particular que lo distingue y lo hace valioso. Repito, lleno de rabia, que es lamentable ver como nosotros como pueblo somos incapaces de solo aplaudir y apreciar lo que nuestra tierra bendita ha producido.
Me rehuso a hablar con nombres y apellidos en este escrito por razones de respeto al esfuerzo y a la dedicación que cada joven puertorriqueño que estará participando en el escenario mas grande que tiene el beisbol esta semana.
Por la misma razón, también me rehuso por respeto a los que no llegaron y los que siguen luchando por llegar. Nuestra cultura ha sido infiltrada por una epidemia de falsos profetas y supuestos líderes que han utilizado el pueblo y lentamente han creado un pueblo con un corazón frívolo.
Gracias a nuestra naturaleza acogedora en momentos grandes como el que se nos acerca, también como en la gran victoria de Monica Puig y en la estremecedora falsa salida de Javier Culson nos unimos en solidaridad.
Sin embargo me siento agotado al decir que este sentimiento de pasión, tanto en la victoria como en el fracaso nunca debe estar ausente.
Desviándome un poco del deporte, se aproximan posiblemente las elecciones mas importantes en la historia de Puerto Rico como estado libre asociado y nosotros, el pueblo, debemos unirnos como mismo nos unimos el pasado Agosto durante los eventos Olímpicos y como nos unimos cuando nuestro vecino/a se encuentra en necesidad.
Estimo que esta serie mundial sera una para la historia, no tan solo para Puerto Rico sino para el deporte. Aunque suene un poco fantasioso, les exhorto a que se siente y aprecien estos partidos.
Estos muchachos han sacrificado demasiado en sus vidas para ser tratados como una lluvia pasajera. Demostremos nuestro agradecimiento con respetar la naturaleza del espectáculo y apreciemos este momento sin importar los resultados o el rendimiento individual.
Para culminar regreso a mi amor por esta patria, somos afortunados de ser puertorriqueños vamos a representar dignamente nuestros colores ahora y siempre.
Por Andres Rodriguez
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Llevar un mensaje de solidaridad a un pueblo no es trabajo fácil pero queda la satisfacción en propio ser de aquel qué lleva el mensaje , que su voz alzara vuelo y llegará a quien tiene que llegar.